Transporte público en Bucarest

Aparte de su momento económico actual, algo que puede carecer de importancia para el visitante, es importante remarcar que como consecuencia de su crecimiento continuo, la ciudad está cada vez mas surtida de conexiones e infraestructuras de transporte. Los dos aeropuertos internacionales, Otopeni y Baneasa, surten internacionalmente a la ciudad, mientras que Gara de Nord enlaza a través de la red ferroviaria con la práctica totalidad de las poblaciones rumanas y con muchas capitales de los países vecinos. Las carreteras rumanas son el contrapunto al avión y al tren, ya que su estado deja mucho que desear y su seguridad combinada con la temeridad imperante en el asfalto en los países de la zona hace de ellas nuestro peor enemigo.

De los dos aeropuertos, es Otopeni, conocido formalmente como Henri Coanda, el que destaca por su importancia y mantenimiento, siendo este el hub de la compañía estatal TAROM, que opera diariamente vuelos compartidos con Iberia uniendo Madrid y Bucarest. Se encuentra a escasos 11 kilómetros al norte de la ciudad y se puede llegar a el (o salir) mediante bus (783 operado por RATB), tren (conexión Otopeni-Gara de Nord) o taxi (Fly Taxi; 2,50 lei/km). El taxi es lo más cómodo y por menos de 15-20 euros al cambio deberíais poder llegar a cualquier lugar de la ciudad. Los encontrareis al salir de la terminal, aparcados en línea, ya que es la única compañía licenciada para operar en Otopeni. No hagáis caso a aquellos que te intenten negociar al salir por la puerta de llegadas.

El otro aeropuerto también situado al norte, Baneasa, formalmente Aurel Vlaicu, es el aeropuerto low cost (SkyEurope, Wizzair, Blueair, etc.) por excelencia en todas sus definiciones. Se trata de una estructura más propia de una pequeña estación de autobuses que de un aeropuerto internacional. Construido inicialmente para albergar a unas decenas de pasajeros, no es infrecuente encontrarse entre manadas de personas a cualquier hora del día o de la noche. A tan solo 5 kilómetros de la capital, se encuentra cubierto por más líneas de autobuses que Otopeni y por distintas compañías de taxi que no dudarán en negociar autenticas barbaridades (20-50 euros) a cambio de recorrer unos pocos kilómetros.

El tren (Gara de Nord) cubre principalmente la red local, aunque también podremos acercarnos a (o ir desde) Bucarest desde todas las capitales cercanas como Budapest, Belgrado, Chisinau, Kiev, Sofia o Atenas. No son las únicas pero si las más accesibles. Existen más estaciones como Gara de Est-Obor al este usada para ciertos trayectos al Mar Negro, que puede ser muy recomendable en el verano cuando uno decide acercarse a Costanta, Vama Veche o Mamaia.

Una vez ya dentro de la ciudad existen varios medios para trasladarse de un lugar a otro, y es que aunque la población no sea demasiada (si lo comparamos con Madrid o Barcelona) sí que es cierto que abundan las construcciones bajas haciendo que la extensión de la ciudad sea muy amplia.

El metro cuenta con cuatro líneas de las que solo dos nos resultaran útiles. Sus nombres son 1 y 2 (amarillo y azul respectivamente) y atraviesan la ciudad de forma circular y de norte a sur. Un billete de metro (dos trayectos) cuesta 2,5 lei y cubre muchos de los puntos de interés resultando de lo más funcional.

El tranvía y los buses forman una red única que cubre casi toda la ciudad. Funcionan con tarjetas o tickets de papel. Las tarjetas pueden ser de varias tarifas mientras que los tickets de papel solo son para un trayecto. Ambos se compran fuera de los autobuses y tranvías (en las casetas de la RATB) y han de ser validados cuando se sube a cada transporte.

El omnipresente servicio de taxi es la alternativa por si algún punto de la ciudad se nos resiste o por si simplemente queremos acercarnos lo más posible. La oferta de taxi en Bucarest es infinita, ya que existen incontables compañías privadas que fijan sus propias tarifas. Estos precios vienen reflejados en las puertas delanteras de los vehículos, indicando la tasa por kilómetro. Varían desde 1,29 lei/km de AS Taxi hasta 3,50 lei/km de Orient Taxi. Es recomendable llevar billetes pequeños, pues no siempre los taxistas dicen llevar cambio. En ese caso habrá que forzar la situación.