Existen algunos lugares cerca de Bucarest que se pueden visitar en un día. La comodidad de alguno de ellos depende del sacrificio que estemos dispuestos a hacer con respecto a las horas de sueño. A continuación los más comunes:
Snagov
Un pequeño monasterio en mitad de un enorme lago guarda la tumba de Vlad el empalador, también conocido como Drácula. Algunos aprovechan las playas naturales del lago para disfrutar de una jornada de playa sin tener que bajar al mar Negro. Desde Bucarest hay como unos 20 kilómetros, que aunque parece poca distancia, no lo es. Unos 40 minutos al norte siguiendo la carretera de Otopeni.
Mogosoaia
Un palacio del siglo XVII no demasiado bien conservado pero en un estilo único. Un lugar muy poco conocido y de un acceso muy complicado a pesar de estar tan solo a 5 kilómetros de Bucarest.
Sinaia
2 horas, quizá algo más, desde Gara de Nord en tren nos conducen hasta Sinaia, en la falta de los Cárpatos. Una pequeña población de montaña que servía de lugar de veraneo a alguno de los escasos reyes rumanos del siglo XIX. El castillo de Peles es su máxima atracción, aunque también cuenta con monasterios e iglesias muy pintorescas que merecen una visita. Sus pistas de esquí son un reclamo importante para los capitalinos que escapan en invierno de la grisácea Bucarest.
Brasov
3 horas desde la capital nos ponen en camino a una de las ciudades más cuidadas y bonitas de Rumania. Una pequeña población de montaña que hace de eje a uno de los sitios más visitados del país; Bran y el castillo de Drácula, a tan solo 40 minutos por carretera.También desde Brasov y en camino a Bran, se encuentra Rasnov una preciosa ciudadela en lo alto de una colina. Al igual que Sinaia, Brasov oferta su naturaleza para la práctica del esquí y de deportes de montaña rodeada de un entorno espectacular.
